En la actualidad utilizamos indiscriminadamente ambos términos, tanto caseta como stand, para referirnos a todos esos espacios en los que nos apoyamos para recibir la visita de consumidores, socios y futuros clientes tanto en ferias, congresos o exposiciones.
Hablaremos de stands (stand en inglés significa “estar”) como todos aquellos soportes útiles que nos permiten atender a nuestros clientes, contendernos con nuestra competencia, atender a futuros socios y crear clientela.
Serán espacios que usaremos en ferias, exposiciones y congresos en los cuales tendremos nuestro logotipo, personal cualificado, diferentes tipos de materiales, productos, etc. Todo esto nos ayudarán a lograr los objetivos de nuestra presencia allí.
Sin embargo, aunque se usen indiscriminadamente ambos términos para referirnos a lo mismo, las casetas de feria y los stands de feria no son lo mismo; podríamos asociar los stands a espacios interiores y las casetas a espacios exteriores y más amplios.
¿Cómo son las casetas?
Así las casetas de exterior tendrán que soportar las inclemencias del tiempo y los cambios de temperatura. No es lo mismo colocar un stand dentro de un recinto ferial que tener una caseta en pleno verano en Madrid o en Asturias en Diciembre.
Es por ello que suelen ser mucho más versátiles, las podremos encontrar en muchísimos más tamaños (ya que no contaremos con los servicios del recinto ferial o el recinto de congresos) en las cuales podremos meter todo lo que nos haga falta: baños portátiles, neveras, refrigeradores, sillones…
Estarán condicionadas a la temperatura que haga en esa época del año y a las condiciones. El material variará mucho si es época de nevadas o lluvias (como en las ferias de Navidad) o si se trata de pleno verano a más de 30° de temperatura y sin sombras naturales.
La caseta de feria estará además acondicionada a las necesidades particulares de cada feriante, por lo que no encontraremos ninguna igual. Podremos encontrar casetas de lona, casetas con persianas a media altura, con mostrador, sin mostrador, con cierres abatibles, con pasillos, con cubiertas voladas en fachadas…
Todo ello dependiendo de las necesidades de cada feria y cada feriante: podremos encontrarnos desde casetas que imitan perfectamente la estructura de una oficina portátil a casetas que son módulos simples.
En cuanto a la decoración interior esta también dependerá de las necesidades del cliente. Encontraremos así casetas más diáfanas simplemente con estanterías, colgadores o vitrinas, casetas amuebladas, etc…
Y ¿Los stands de feria?
En cuanto a los stands de feria, su función es mucho más estética. Están diseñados para atraer la atención y agradar a todas las personas que deciden acudir a una feria.
Así que más que por necesidades, están diseñados en base a criterios de elegancia, accesibilidad y comodidad del futuro cliente.
Su colocación se basará en pura estrategia para que todos los que visiten el stand vean los artículos con claridad y todos los servicios quedarán expuestos con igual importancia y en el menor espacio posible.
En ellas trabajarán decoradores, diseñadores y creativos, con el único objetivo de captar la atención, basándose en originalidad, combinación de colores, formas, tamaño, elegancia…
Con ellas podemos jugar a que les falten paredes, no tengan techo o se trate simplemente de cuatro paneles y un mostrador, ya que no dependen de las condiciones climatológicas externas.
Además, usaremos todo su tamaño para fines de captación y no para guardar material, servicios, neveras… Y es que todo ello será de uso común para todos los que acudan a la feria o exposición.
En resumen, las principales diferencias podremos encontrarlas en el uso que le damos, los materiales de los que están hechos, el tamaño que tiene o los servicios que encontraremos dentro.