La Jornada Mundial de la Juventud 2011 de Madrid ha tenido alma. Ha constituido un indudable e innegable acontecimiento espiritual. Para el evento más esperado – el Vía Crucis, celebrado desde la plaza de Colón a la de Cibeles, la empresa IPE confió en la profesionalidad de IberStand, que respondió con el apoyo de sus técnicos desarrollando y ejecutando con su sistema modular, el diseño tan espectacular y desafiante en cuanto a sus voladizos y alturas de los pasos. Cientos de peregrinos de todo el mundo salieron a la calle para ver los quince pasos de Cofradías de las doce ciudades de España que han venido a Madrid para exponer ante el Papa su tesoro más preciado, sus Procesiones. El éxito fue tan grande que Madrid parecía Andalucía en plena Semana Santa.
También gracias a la organización del grupo El Corte Inglés, de la Feria de las Vocaciones en el parque del Retiro, los peregrinos pudieron pasear por las casetas para exterior de IberStand, donde más de setenta órdenes religiosas y laicas explicaron a los más jóvenes los diferentes dones y espiritualidades que reúne la Iglesia.
El éxito de esta JMJ fue garantizado por la Comisión Mixta, formada por el arzobispado de Madrid, las Administraciones del Estado, de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la capital, que han colaborado en la realización de este complejo evento.
Considero importante recordar las palabras finales de nuestro Santo Padre al despedirse de España en el Aeropuerto de Barajas: “…antes de volver a Roma, quisiera asegurar a los españoles que los tengo muy presentes en mi oración, rezando especialmente por los matrimonios y las familias que afrontan dificultades de diversa naturaleza, por los necesitados y enfermos, por los mayores y los niños, y también por los que no encuentran trabajo. Rezo igualmente por los jóvenes de España. Estoy convencido de que, animados por la fe en Cristo, aportarán lo mejor de sí mismos, para que este gran País afronte los desafíos de la hora presente y continúe avanzando por los caminos de la concordia, la solidaridad, la justicia y la libertad. Con estos deseos, confío a todos los hijos de esta noble tierra a la intercesión de la Virgen María, nuestra Madre del Cielo, y los bendigo con afecto. Que la alegría del Señor colme siempre vuestros corazones. Muchas gracias.”
Desde IberStand también queremos agradecer a los promotores y nuestros colaboradores, la confianza que depositaron en la seguridad de los montajes realizados por parte de nuestra empresa, apostando una vez más por la sostenibilidad y la creatividad.