Se acerca la Navidad y con ella, llega la época en la que nuestras ciudades se llenan de ferias de navidad y mercadillos navideños. ¿Por qué es importante su papel? ¿Se pueden celebrar pese al COVID?
En este año 2020, nada de lo que sucede parece estar siendo algo normal, pero a pesar de ello, hay cosas que continúan siéndolo. Una de esas cosas que nos permiten pensar que este año puede terminar mejor de lo que se ha desarrollado, es la Navidad. La Navidad, a pesar de todas las situaciones novedosas y negativas que hemos atravesado, se mantiene y llega en estas fechas como cada año.
Llega la Navidad, pero lo hace con aspectos claramente diferentes, como la posible prohibición de desplazamientos intercomunitarios o la posible restricción en cuanto al número de personas que podrán estar juntas en tales fechas. Una de las costumbres que también podrán verse alteradas, es la de disfrutar de nuestros mercadillos y ferias navideñas.
Las Ferias de Navidad son certámenes habitualmente desarrollados al aire libre, lo que quizá pueda facilitar que puedan celebrarse en determinadas zonas del país donde la situación epidemiológica y las medidas adoptadas por los Gobiernos lo permitan.
En Iberstand apostamos por ofrecer un plan de desarrollo viable y de garantías para estos eventos al aire libre. Apostamos por la defensa de las ferias de navidad realizadas al aire libre, donde se puede garantizar la renovación del aire y la distancia de seguridad entre asistentes y entre expositores y feriantes.
La correcta distribución de los stands modulares o casetas, manteniendo una distancia óptima entre puestos, mantener la distancia de seguridad entre visitantes, distribuir puntos de limpieza e higiene de manos con gel hidroalcohólico, posibilidad de control de aforo al evento, instalación de medidores de C02, instalación de mamparas protectoras entre el expositor y el visitante…
Éstas son solo algunas de las posibles medidas a adoptar para poder celebrar eventos navideños que, durante décadas, llevan adornando nuestras ciudades y pueblos, dan trabajo a multitud de profesionales del sector y generan un impacto económico importante en la región donde se celebran, llegando incluso a generar turismo interior.
En las próximas fechas, podremos ver si la celebración de estos eventos navideños, patrimonio de nuestra cultura, podrán celebrarse o si verán frenada en seco su esperanza de poder sobrevivir al 2020.