Los eventos online han sabido suplir a los eventos presenciales durante la etapa más difícil de la pandemia, pero, ¿qué ventajas nos aporta un evento presencial frente a un evento online?
Durante los momentos más difíciles de la pandemia, los eventos presenciales eran uno de los principales focos de discusión en el ámbito de la prevención y la detención de la propagación del coronavirus. Por ello, la comunidad MICE y del evento se reinventó, tratando de buscar alternativas a la presencialidad, para intentar continuar con la agenda eventual o al menos, con una parte de ella.
Esta situación llevo a celebración de eventos online.
Esta determinación característica de un sector dinámico y proactivo hizo posible la adaptación de multitud de eventos físicos al mundo virtual, garantizando la seguridad de todos los participantes y asistentes. En una situación de excepcionalidad, todas las medidas a adoptar se vuelven necesarias y urgentes.
Pero, con el inicio de la denominada “nueva normalidad” algunos de los primeros eventos comenzaron a aflorar en el horizonte. Es en este punto donde surge un debate que, a día de hoy, persiste entre la comunidad profesional del Sector Eventos:
¿Qué tipo de evento me reporta un mayor beneficio tanto a mi como organizador, como a los asistentes al mismo?
Los eventos online han ayudado al sector a no perder la determinación en un momento crucial, pero el evento presencial o en su defecto el evento semipresencial (parte online y parte física) han de ser los timones de nuestro barco. Eso sí, en ningún caso habremos de poner en riesgo ni la seguridad ni la integridad de ninguno de los profesionales y asistentes a cualquier evento presencial, la salud de todos está por encima de cualquier actividad profesional.
Las cinco ventajas fundamentales que nos aporta un evento presencial frente a un evento online son:
- Permite construir un reconocimiento de marca, creando una experiencia personal y diferente en cada uno de los asistentes al evento, generando una imagen y un recuerdo casi instantáneo, mientras que en un evento online, es más complicado crear un reconocimiento de marca.
- Posibilita las relaciones interpersonales, el face to face, acercando personas y profesionales, fortaleciendo relaciones entre una comunidad, ya que en los eventos online, se genera un cierto distanciamiento, algunos asistentes son menos proactivos a la hora de intervenir y relacionarse en un evento online.
- Aumenta la visibilidad de tu certamen, pudiendo conjuntar la promoción física del propio evento con la promoción online, en rrss y webs, el hecho de llevar a cabo un evento presencial, no significa que no tengamos presencia online, hoy en día es muy común hacer un seguimiento del evento a través de las RRSS o de una plataforma de stream, de manera que podemos acercar nuestro evento a todo tipo de visitantes.
- Genera un mayor impacto económico, involucrando a multitud de proveedores y actores económicos que en la modalidad online no intervendrían, lo harían otros o un número más reducido. Genera un impacto incluso en los comercios y entidades cercanas al evento físico (hoteles, agencias de viajes, restaurantes…)
- Concede una mayor cercanía y calidez al trato con el visitante, evitando la falta de interactuación que puede derivarse de la “lejanía” o frialdad del evento online a través de un monitor o una pantalla.